Soccer Meets Fútbol by Jon Arnold

LAFC disfruta de una despedida perfecta previo a la final de Leagues Cup ante la inminente revancha de la Copa MLS

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LOS ÁNGELES - La noche del miércoles fue perfecta para los aficionados del LAFC en el estadio BMO. Su equipo iba viento en popa, el estadio vibraba y la defensa detenía todo. El pase a la final de Leagues Cup y a la Copa de Campeones de la Concacaf 2025 estaba prácticamente asegurado. Todo lo que necesitaban era un gol de su nuevo fichaje, que debutaba en Leagues Cup.

Y lo consiguieron, aunque no del recién llegado que los aficionados esperaban que marcara. Lewis O'Brien puso la guinda a la victoria por 4-0 sobre Colorado Rapids en la semifinal de Leagues Cup con un zurdazo desde los límites del área al minuto 75.

Eso le valió a O'Brien el privilegio de liderar a los seguidores del 3252 en el cántico «¡Sha-la-la-la, la la! L-A-F-C!» después del partido, al tomar el megáfono tras recibir instrucciones de Denis Bouanga, un veterano del ritual posterior al partido.

“He dicho en los últimos días que no marco muchos goles, pero venir al estadio de casa y marcar mi primer gol es algo enorme”, declaró O'Brien tras el partido. La afición “es fantástica. Nunca he visto una afición que cante durante todo el partido, pero sin duda han venido, nos han inspirado y han sido el jugador número 12”.

Es comprensible que los miembros del 3252 pensaran que también podrían celebrar el primer gol de Olivier Giroud. El astro francés se plantó en el punto penal en el minuto 66, dispuesto a lanzarlo, pero la decisión de concederlo fue anulada tras una revisión de vídeo. En el minuto 72, Zack Steffen, guardameta del Rapids, atajó con la pierna estirada un disparo que parecía destinado a convertirse en el primer gol de Giroud.

“Este primer gol es muy, muy importante para la confianza. Lewis ha marcado esta noche, y yo he intentado, con el penalti, dárselo a Olivier”, declaró Bouanga, que también marcó con una impresionante arrancada desde el centro del campo a la hora de juego. “Tiene muchas ganas de marcar. Lo vemos, así que intentaremos ayudarle a marcar”.

Aparte de la ausencia de Giroud en el marcador, lo único que pudo haber empañado el ambiente fue saber que el LAFC debe enfrentarse ahora al Columbus Crew en la final. Los de Ohio levantaron la Copa de la MLS tras vencer a LAFC el año pasado. Luego, en la revancha del mes pasado en la liga, el Crew le endosó un 5-1 al equipo negro y oro en LA, para convertirse en el único equipo que ha vencido a LAFC en casa esta temporada.

Pero ni siquiera ese recuerdo pudo evitar que el LAFC disfrutara de una semifinal bien ganada.

“Ya trabajamos en ello en los días posteriores al partido. No creo que nadie haya pensado en eso. Trabajamos sobre lo que está mal y desde entonces no he visto más que mejoras”, dijo el entrenador del LAFC, Steve Cherundolo, en su rueda de prensa posterior al partido. “Eso ya no es un factor”.

Eso puede ser objeto de debate, pero al igual que el entrenador del Rapids, Chris Armas, dijo que está ansioso por tener otra oportunidad contra el LAFC después de soportar una dura derrota, muchos de los jugadores de Cherundolo también están saboreando la oportunidad de ejercer un poco de venganza, pero ante Columbus.

“Estamos muy emocionados por estar en la final y por jugar también contra ellos. Es un partido enorme”, declaró Sergi Palencia, defensa del LAFC. “Queremos enfrentarnos a los mejores rivales, y ellos son los mejores de su conferencia. Nosotros somos los mejores de la nuestra. Hoy lo hemos demostrado, y estamos muy ilusionados”.

“Sabemos lo que falló cuando jugamos contra ellos. Intentaremos mejorarlo. Intentaremos mejorar, (corrigiendo) nuestros errores. Y creo que estamos preparados para enfrentarnos a ellos y dar una alegría a nuestros seguidores”.

Por ahora, ese es el sentimiento dominante en torno al estadio BMO y en torno al LAFC en su conjunto: Alegría.

¿Por qué no iba a serlo? Fue una noche perfecta en la que los aficionados vitorearon muchos goles y despidieron a sus jugadores en la final de Leagues Cup tras una actuación dominante. Fue una actuación que deja mucho espacio para la esperanza. Quizá esta vez sea diferente. Puede que el cambio defensivo a un quinteto defensivo desestabilice a Colón. Quizá Giroud marque en la final, como sugirió Cherundolo, y desencadene una celebración en la grada visitante, en las fiestas y en los hogares.

Sería otra noche perfecta en Los Ángeles.